Migrar hacia la Nube representa ventajas para el área de TI de las empresas, ya que aclara el modelo de negocio y la eficiencia de servicios que proporciona, así como los elementos de seguridad que aporta y la gobernabilidad de la data que seguirá en un modelo Cloud. Sin embargo, existen ciertos errores muy comunes a los cuales se debe prestar especial atención para que los beneficios sean palpables en todas las áreas, sobre todo en la financiera.
Una de las principales ventajas de migrar hacia la Nube es que las empresas podrán ahorrar de manera significativa en infraestructura y servidores. Sin embargo, hay diferentes desafíos inesperados que deben tomarse en cuenta y que deben prevenirse. Se han generalizado algunos puntos a los que se debe prestar especial atención durante el proceso de migración hacia la Nube, para que ésta suceda de forma ágil y con la reducción de costos esperada.
El primero de ellos está relacionado con analizar las aplicaciones. Antes de hacer el proceso de migración, se recomienda desarrollar un análisis del portafolio para determinar cuáles son las mejores candidatas a iniciar el proceso. Del mismo modo, se recomienda correr un perfil completo de la aplicación que piensa mover.
Preguntarse factores claves como la cantidad exacta de recursos que se necesitarán, las herramientas de migración requeridas y los objetivos a lograr, por ejemplo, optimizar una aplicación para que corra más rápido y con menos dinero, suelen ser primordiales para alcanzar el objetivo de negocio, así como de aumentar la agilidad o el nivel de innovación.
Por último, el personal de TI a cargo requiere de la capacitación apropiada, sobre todo si se trata de su primera migración. Lo anterior ayudará a evitar atrasos, desorden dentro de la infraestructura on-premise, en las instalaciones, o bien, pensar que deberá llevar su planificación tipo “legacy”.
La ventaja actual es que la industria desarrolla software orientado a evaluar un entorno en la Nube antes de realizar alguna migración. Las propuestas que ofrece Microsoft permiten ingresar manualmente los recursos en cómputo, red y almacenamiento que se utilizan para convertir la información en un gráfico que muestre un modelo de costos.
Estudios recientes estimaron que el gasto en nubes híbridas crecerá un 22.5% anual hasta 2021, hasta llegar a casi 92 mil millones de dólares. El modelo híbrido es el preferido entre los usuarios de la nube; una popular encuesta de 2016 de RightScale mostró que 71% de los usuarios operan en un entorno de este tipo.
Sin embargo, existen diferentes opciones al momento de elegir el entorno en que se puede realizar una migración a la nube, y uno de los objetivos de Microsoft es que conozcas y te familiarices con todas las clases que existen antes de tomar una decisión.
La Nube pública es el mejor punto de partida y una opción bastante común para muchas empresas. Su disponibilidad la hace ideal para los negocios más pequeños. Microsoft Office 365 y los beneficios que ofrece en la Nube, reducirá costos, ya que cada empleado no deberá tener una licencia de inicio, pues sólo se pagará mensualmente por las licencias que se necesiten en ese momento.
Por otro lado, si lo que se busca es un mayor control o una mayor personalización del entorno, entonces la migración a una Nube privada es lo mejor. La Nube privada se dedica exclusivamente a una empresa, las libertades en el momento de personalización de acuerdo a sus necesidades aumentan exponencialmente. Las actualizaciones también pueden adaptarse al calendario.
Otra ventaja que la Nube privada ofrece es un entorno más protegido. Esto no quiere decir que la opción pública no ofrezca protección, sólo que la privada ofrece niveles más altos, aunque los costos de la misma también aumentan.
Por último, la Nube híbrida puede lucir más compleja, aunque lo cierto es que es una opción muy acertada para los negocios que quieran utilizar y aprovechar los múltiples enfoques de ésta.
Redacción C21