El estudio KPMG, red global de firmas multidisciplinarias que proveen servicios profesionales de Auditoría, Impuestos y Asesoría, revela hasta qué punto la IA se está desplegando en las operaciones de finanzas de las organizaciones, con niveles convincentes de ROI y una serie de beneficios que incluyen datos de mejor calidad para una adecuada toma de decisiones, conocimientos e informes más rápidos, así como menores costos y una mayor eficacia operativa.
Asimismo, destaca que se están haciendo inversiones en una amplia gama de tecnologías, siendo el aprendizaje automático y profundo, y la inteligencia artificial generativa (IAGen) las que mayor valor arrojan.
“Garantizar el control de gastos es clave para que las empresas puedan continuar con sus inversiones en 2025, además de generar nuevas fuentes de ingresos, ampliar la oferta de productos y servicios, y digitalizar procesos mediante nuevas soluciones tecnológicas como la IA. Las oportunidades de inversión seguirán presentes, específicamente para continuar con las ‘olas’ de la transformación digital e innovación, ambas muy importantes para mantener el estándar en el mercado”, refiere Manuel Hinojosa, Socio de Asesoría en Transformación Financiera de KPMG México.
Principales hallazgos
El uso de la IAGen ha ido en aumento, muestra de ello es que el porcentaje de organizaciones que no tienen intención de utilizarla pasó de 6% a 1%. Esta tecnología se ha convertido en una prioridad máxima para el futuro: 95% de quienes lideran las organizaciones y 39% de las personas que encabezan áreas en su interior esperan adoptarla de forma selectiva o generalizada para desarrollar informes financieros en los próximos tres años.
En cuanto a las diferentes industrias, los esfuerzos para implementar IA en sus operaciones también han aumentado. El sector de servicios financieros, por ejemplo, es el que más la utiliza (29%), seguido de salud (16%), lo que pone en evidencia el hecho de que las compañías con mayores ingresos suelen ser las más avanzadas en la adopción (41% reporta ingresos superiores a USD 10,000 millones).
“Existen datos que confirman que las empresas que destinan un buen porcentaje de sus ingresos a la inversión en proyectos de IA logran el éxito de manera más rápida, especialmente gracias a la combinación de factores como crear sus propios recursos y contratar los servicios de especialistas. Al respecto, al menos la mitad de las compañías encuestadas refieren que recurren a terceros especializados en la materia para lograrlo”, puntualiza Manuel Hinojosa.
Por otro lado, las organizaciones que recurren a la IA en el ámbito de finanzas corporativas logran que el uso de información financiera sea más extendido; no obstante, la gestión fiscal está un poco rezagada, ya que menos de un tercio de las empresas realizan pruebas piloto o utilizan esta herramienta, y cerca de la mitad se encuentran en fase de planificación.
Lo anterior puede deberse a diversas razones, como pueden ser la complejidad de la normativa fiscal, la falta de datos actualizados, los onerosos sistemas heredados y la dependencia del criterio humano para la toma de decisiones relacionadas con los impuestos.
Como resultado, gracias a las medidas tomadas, las compañías están superando las barreras de adopción de IA, tales como vulnerabilidades en la seguridad de los datos (57%), habilidades y conocimientos limitados sobre la tecnología (53%), recopilación de datos coherentes (48%) y costos (45%).
En contraste, aquellas empresas que no logren superarlos se encontrarán con desafíos incluso más avanzados, como la imposibilidad de integrar las soluciones de IA en las herramientas existentes y la dificultad para superar cualquier resistencia remanente en el personal.
Sobre el informe
El estudio, basado en una investigación realizada a principios de 2025 a 1,800 organizaciones en diez países, creó un marco de madurez para clasificar a las empresas en tres diferentes grupos según su nivel de adopción de IA: avanzadas, intermedias y principiantes.
Redacción C21